JEAN DE LA BRUYÈRE - 21/08/2004
Un hombre honrado se siente recompensado del esmero con que cumple su deber por la satisfacción que halla en su trabajo, y no se inclina a los elogios, la estima y la gratitud que a menudo le faltan.
–La modestia es al mérito lo que la sombra a las figuras de un lienzo: les da vivacidad y relieve.
Un exterior sencillo es el atuendo de los hombres comunes: está cortado para ellos, y a medida. Pero también es un adorno para quienes llenaron su vida de grandes acciones. Los comparo a esa belleza que el descuido hace más hermosa.
Ciertos hombres satisfechos de sí mismos, ya fuere por algún hecho o porque alguna obra no les ha salido mal, y que han oído decir que la modestia sienta bien a los grandes, actúan como si gozasen de tal virtud y fingen rebosar sencillez y naturalidad. Se asemejan a esas personas de estatura mediana que al cruzar las puertas se agachan para no chocar.
–Vuestro hijo es tartamudo: no le hagáis subir a la tribuna. Vuestra hija ha nacido para el mundo: no la encerréis entre las vestales. Janto, vuestro liberto, es débil y tímido; no vaciléis, pues, y retiradle de las legiones y de la milicia. “Quiero que prospere”, decís. Colmadle de bienes, saturadle de tierras, títulos y haciendas. Vivimos en un siglo en que el honor le valdrá más que la virtud. (...)¿No tenéis por cierto que es como si sacarais una gota de agua del Tíber para enriquecer a Janto, a quien tanto queréis, y de esta suerte prevenir las vergonzosas consecuencias de una empresa para la que no está dotado?
–No hay que mirar en los amigos más que la virtud que nos une a ellos, sin poner a examen su buena o mala fortuna. Sintiéndonos capaces de acompañarlos en la desgracia, es menester cultivarlos resueltamente y con confianza hasta que alcancen de nuevo su mayor prosperidad.
–Si de continuo nos impresionan las cosas raras, ¿por qué nos conmueve tan poco la virtud?
–Si es una suerte venir de alta cuna, no lo es menos poseer cualidades de las que a nadie importe la procedencia. (...)
Los caracteres (Edhasa)
Jean de la Bruyère
Traducción de Ramón Andrés
22.8.04
Clases de humildad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario